Chile es el país de Sudamérica con más vacunas administradas por cada 100 personas y el cuarto en el mundo, pero la pandemia no frena.
El primer cargamento de vacunas Pfizer-BioNTech llegó a Chile el 24 de diciembre de 2020.
> La Tercera
A pesar de haber comenzado la vacunación a finales de 2020 con la llegada de 10 mil vacunas de Pfizer-BioNTech y, posteriormente, dos millones de la vacuna china Sinovac a principios de 2021, los exitosos esfuerzos no fueron suficientes para combatir la pandemia del COVID-19 en Chile.
En estos pasados tres meses, los titulares del mundo relataban cómo este país de Sudamérica había logrado convertirse en el líder en vacunación de América Latina. Incluso, se reseñó internacionalmente que sobrepasó la rapidez de vacunación en la Unión Europea.
Bajo el lema #YoMeVacuno, Chile logró vacunar 69 residentes por cada 100, para un total de 2,934,282 inoculados, 41 por ciento con al menos la primera dosis y 28 por ciento con ambas, hasta el 17 de abril de 2021, según datos de New York Times.
Sin embargo, el repunte de casos y las hospitalizaciones trajeron a la mesa una contradicción preocupante. Según el periódico alemán DW, cada día mueren en promedio unas 100 personas: un fallecido cada 15 minutos.
Resultaría familiar la explicación médica de este fenómeno; los pacientes que ingresan a ventiladores resultan cada vez más jóvenes. Esto mientras avanza la vacunación que comenzó - como en Puerto Rico - con los profesionales de la salud, adultos mayores y pacientes con enfermedades crónicas.
“Cuando la población en la que el virus estaba viviendo comenzó a disminuir, como se hizo vacunando a los de 65 años o más, el virus necesita encontrar una manera de continuar viviendo y replicándose”, explicó la neumóloga pediátrica, Brenda Mariola Rivera.
Por otra parte, los expertos en Chile repiten como grabadora lo mismo que los científicos en la Isla no cesan de mencionar: “los entendidos y los estudios indican que la vacunación por sí sola no es suficiente (…) Es una estrategia que hay que sumar a otras. Es muy importante además continuar con medidas de contención de la pandemia”, insistió la doctora Muriel Ramírez a DW.
El Ministerio de Salud y gobierno chileno flexibilizó las medidas antes de ver resultados sobre el proceso de vacunación: escuelas abiertas, activación de economía, centros comerciales, provocando así el más reciente peligro pandémico, las variantes.
Seis variantes en terreno chileno
Chile ha reportado al menos seis variantes: B.1.351 (Sudáfrica), B.1.1.7 (Reino Unido), P.1 (Brasil), P.2 (Brasil), B.1.427/429 (California), B.1.526 (Nueva York) y B.1.525 (Nigeria).
“Estamos en una carrera contra el virus, en la que ahora el virus mutó. Ahora hay variantes, para las cuales las vacunas no estaban originalmente desarrolladas”, indicó el líder de la Coalición Científica del gobierno puertorriqueño, Daniel Colón.
No es que las vacunas “no sirvan”, como muchos ciudadanos mencionan en las redes sociales. Colón explica que, al no haber estado en el panorama, era posible contemplarlas al momento de producción o, incluso, al momento de ensayos clínicos.
Además, el doctor hizo énfasis en que la vacuna es efectiva al menos dos semanas luego de las dosis completadas. Es decir, si hoy vacunan a una persona y esta sale al día siguiente es como si hubiese salido ayer; el riesgo es el mismo.
Es exactamente esto lo que la doctora Ramírez señaló al portal alemán DW.
“Esto atrasa la inmunidad de rebaño. Y esto no significa que tus amigos y familiares estén vacunados (…) significa que la sociedad esté vacunada. Entonces, estás más protegido”, aclaró Colón.
Puerto Rico, hasta el momento, tiene cuatro variantes reportadas: B.1.1.7 (Reino Unido), P.2 (Brasil) y dos variantes de California (B.1.429 y la B.1.427). También reabrió las escuelas, pero tuvieron que cerrar por el aumento de casos. De igual manera, ha visto la curva subir en casos de ciudadanos más jóvenes y, a pesar de estar ocupar intermitentemente posiciones positivas en cantidad de vacunados por cada 100 personas, pasa por una ola de contagios nunca antes vista.
Poco importa la localización mundial en este caso; las variantes son el nuevo peligro en cualquier parte de la esfera global.